Sábado, 19 de julio de 2008

Tercer día de campamento. Hoy hemos amanecido en un día de verano de los de verdad, con la suerte de que nos acompañaba una suave brisita que nos ha venido de perlas para que el radiante “don Lorenzo” no nos agotara en demasía. Hemos apurado hasta el último minuto antes de que sonara el despertador y nos ha costado más que ayer, abrir los ojos. Aún así…teníamos energías para ponernos a bailar en mitad de la plaza al son de ACDC, Miguel Ríos o La sirenita (¡¡tiene que haber para todos!!).

Después de tomar un desayuno cargado de energía (leche con cola-cao, tostadas con mermelada y mantequilla y galletas), haber dejado nuestros dientes relimpios y conocer el informe de “la Mari” y “la Visi” acerca de cómo tiene los chicos de limpias y ordenadas sus cosas en las tiendas cada grupo a su faena.

Los PEQUES empezaban la aventura de las cuerdas. Se lo han pasado pipa en la tirolina. Han tenido que emplear a fondo sus fuerzas tirando de una larga cuerda que ponía a funcionar el “ascensor” que Víctor y Leo habían improvisado para hacerles llegar a esa rama “tan alta” –según ellos- desde donde saldrían, casi volando como pájaros. Algunos se han atrevido a soltar una mano y saludar mientras por los aires se cruzaban toda la campa de juego. Otros lo que han soltado ha sido algún grito pensando que lo que les iba a hacer parar no era el freno que manejaba Manu, sino el árbol que tenían al final del recorrido. No os preocupéis, está todo controlado.

El grupo, divido en grupos ha ido pasando por esta actividad, además de hacer un taller de sujeta-papeles con plastilina y una contra-reloj de bicicleta de montaña. ¡¡No me digáis que no se tenían merecido el bañito de después!!

Los MEDIANOS se han dividido en cuatro el grupo: “maestros”, “polis”, “bomberos” y “conductores”. Después de inventarse un grito de guerra, dos de los grupos se han enfrentado en un “pañuelo coperativo”. Los teníais que haber visto, entre otro millón de pruebas más, salir corriendo a por el pañuelo a todos unidos, a la pata coja y corriendo hacia atrás. ¡Impresionante!. Mientras, los otros dos, aprendían a manejar el frisbee (disco volador) y jugaban al ultimate. Después, cambio y al terminar las rotaciones, todos juntos al agua, por supuesto, a seguir jugando.

Arrancan las ligas de los MAYORES, teeball y ultimate. ¿Por qué será que les gusta tanto competir a estos chicos y chicas? Después de dos horitas intensas, con algún que otro pique, incluidos de los monitores que se han repartido en los equipos, pero sin llegar a las manos, por supuesto, baño refrescante y taller de majase con música relajante y a la luz de las velas. No se lo montan nada mal en este grupo.

“¡¡¡¡Tengo un hambre atroz, atroz, atroz, que me comería un plato así de arroz; con unas almejitas –cli,cli,cli- y poco de jamón. Con la mano, mano, mano, con el codo, codo, codo, vamos a comerlo todo. Que aproveche, que aproveche, eso dicen los que tienen mala leche..A comer, a comer, a comer!!!” corea TODO EL CAMPAMENTO antes de entrar al comedor. Y lo hacen con fuerzas porque huele a cocido, de los hechos con fundamento, con su carne, su tocino y su chorizo. No ha quedado nada. Y para hacer la digestión, un heladito de postre.

Hoy, en el tiempo libre, les ha tocado llamar a casa a los MEDIANOS ; esperamos que todo hayan sido buenas noticias y los hayáis escuchado contentos. Lo que si puedo aseguraros es que pequeños, medianos y mayores hemos pasado un rato entrañable cantando a coro durante el descanso en el anfiteatro con el acompañamiento de dos guitarras en manos de dos artistas: Diego y Enrique. ¡Ojala sigan con nosotros, de una manera u otra, mucho tiempo!

Las cuatro en punto y los PEQUES ya están liados con el taller de repostería: tarta de queso, tarta de melocotón y trufas. Se que os sentiríais bien orgullosos viendo a estos enanos y enanas con las manos en la masa. Por cierto, ¡¡todo riquísimo!! Un remojón rápido y preparados para una gymkhana y “el pañuelo coperativo” antes de ir para las duchas.

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Los cuatro grupos de MEDIANOS han tenido una tarde intensa: tirolina, taller de pinzas, bicicleta de montaña y voley al agua. Han ido rotando en cada una de las actividades. Alguno ha hecho gala de toda su fuerza para izar a los compañeros a lo alto del árbol; alguno que otro quería subir a propulsión (¡habrán sido los garbanzos!). Ya han aprendido a ponerse los arneses y los ha habido que preguntaban cómo se montaba la tirolina. ¿Tendremos por aquí a algún futuro Indiana Jones? Han puesto sus nombres en las pinzas y las han decorado con mucha gracia; las han colocado en un panel; les servirá para dejar notas a sus compañeros. ¡Ya nos estamos esperando alguna que otra declaración de amor! Muchos han demostrado su dominio en la bicicleta. Estos, junto con los monitores, han estado pendientes de ayudar y ensañar a aquellos a los que les costaba un poco. Si es que “¡este grupo, si es una piña!”, como gritan ellos.

Los MAYORES en la tarde se han puesto a decorar pañuelos y a fabricar banderas; les hará las veces de equipación y distintivos para las ligas. Como demandan movimiento, y a sus monitores les encanta atender a sus peticiones, ¡pues venga! una gymkhana deportiva. Lo que mejor se les ha dado los “relevos borrachos”; después de dar 10 vueltas a toda velocidad teniendo un dedo apoyado en un cono, no había quien corriese en línea recta y pocos eran los que podían mantenerse en pie.

Menos mal que se han pasado por la ducha antes de meterse en la piscina.

No os penséis que nos hemos olvidado de darles de merendar. Necesitan reponer fuerzas.

Una suculenta cena ha dado fuerzas a todos para afrontar los juegos nocturnos. PEQUEÑOS y MEDIANOS se han sometido a las pruebas de los más variados personajes para encontrar el camino dentro del “laberinto” que les llevará hasta “el fauno” , el único ser del universo que está en posesión del secreto de la felicidad y los más MAYORES han tenido que pasar lo suyo para encontrar el “Santo Grial”.

No os tenemos que decir que estamos agotados. Y que nos acostamos con una ENORME SONRISA.

Para vosotros, de todos nosotros, un beso de buenas noches.