Lunes, 21 de julio de 2008

¡Ya estamos aquí de nuevo!

Hoy queremos empezar estas líneas dando las GRACIAS a todos aquellos que habéis manifestado, bien por teléfono bien escribiendo en nuestro blog, que estáis encantados con el diario. Además, queremos mandar un abrazo especial para nuestra amiga más fiel en la distancia: Marisol, nos encanta leerte cada día.

Se fueron las nubes y volvió ese cielo azul que nos ha acompañado días atrás. El campamento estaba en silencio cuando a las 8:30 sonó la alarma. Hubo que tirar de más de un saco pero conseguimos sacar a todo el mundo de las tiendas.

Leche, tostadas y galletas nos esperaban en el comedor. Y a la hora de la revisión de tiendas un montón de personajes: unos que si “buscaban tienda para alquilar”, otros la tienda con mejores prendas para saquearla y los inspectores de sanidad que no han dejado de buscar posibles focos de infección.

Con todo el campamento reluciente después de una batida por grupos, empezaba el movimiento.

A los MEDIANOS les ha tocado prepararse para “cambiar de rol”, y es que por la tarde ellos serán por un momento los “monitores de sus monitores” y otros compañeros. Alguno ya apunta maneras para ser un fichaje de Venture. Un buen baño en la piscina y después han puesto a prueba su puntería en una gymkhana.

Algo menos despejados estaban los MAYORES cuando han pasado esas pruebas a primera hora de la mañana; aún así se han mostrado diestros en la materia. No han perdonado tampoco ellos el “momento piscina”.

Mañana ajetreada un día más para nuestros PEQUEÑOS. A las 10:00 en punto, vestidos con sus camisetas teñidas, a jugar al Teeball y al Robabalones. Veremos qué equipo logra hacerse con el campeonato de liga. Después de algo menos de una hora y un descansito, han hecho algunos juegos, fuera (los Paquetes, Bull Dog y La galleta) y dentro del agua. No termina todo aquí. Antes de la hora de la comida, y aprovechando la fuerza del sol, han estado haciendo una gymkhana acuática. ¡Vaya dominio bajando por la rafia!

Los mayores se han hecho oír a la entrada del comedor; han cantado con más ganas que nunca. Lentejas, palitos de pescado y empanadillas con patatas, y yogur. Como acostumbramos, hoy tampoco hemos dejado nada.

Tiempo libre para un heladito y una siestecita. Bueno, o para tocar la guitarra, practicar con el diábolo, hablar con los compañeros, hacer colada…Los PEQUES han llamado a casa. No os preocupéis si alguno ha soltado alguna lagrimita porque os echen de menos, no les faltarán abrazos y besos.

A las 16:30 Mery concentraba a los MAYORES y organizados en cuatro grupos, empezaban las rotaciones de las 4 actividades que tenían previstas para la tarde: tiro con arco, bicicleta de montaña, tallar de pins de fieltro y parque de cuerdas. No imagináis lo que han tenido que emplearse a fondo para poder atravesar un puente de columpios, pelear para no caer al pasar por el puente tibetano, no estrellarse contra el árbol en la tirolina con columpio, tirar de brazos para avanzar en el pull, agarrarse fuerte para no poner el culo en el suelo al atravesar la pasarela (no se quién andaba por ahí haciéndola balancearse), trepar por la escala y tocar el cencerro colocado qué se yo….a unos 5 metros en un árbol. Todo esto luchando contra el reloj. Todo un reto. Claro, no se quedaban arriba con el cencerro; tenían que bajar con un rápel volado. ¡No se le puede dejar pensar demasiado al técnico de cuerdas, nos la prepara en un momento!

Los MEDIANOS no quisieron pasar calor al inicio de la tarde y, debajo del toldo del comedor, han hecho un taller de papel reciclado. Después de hacer la digestión, de la merienda y terminar el taller, se han dado un baño. Lo siguiente era comprobar cómo se desenvolvían ellos siendo monitores y cómo les imitaban. Ha sido divertido.

Los PEQUEÑOS han construido unos barcos la mar de majos. Después, como no podía ser de otra manera, han querido comprobar si funcionaban correctamente o no y se han ido para la piscina para hacer una carrera con ellos. No se cuál de todos fue el campeón, pero más de uno se hundió por exceso de oleaje.
Estos chicos tampoco perdonaron la merienda. Después "Rally Montecarlo”.

No nos ha dado tiempo a más. Teníamos que preparar las mochilas pues, como ya os adelantábamos ayer, hoy dormíamos todos en Cional así que, ¡nos vamos de marcha nocturna! Eso sí, después de un buen plato de espaguetis, un filete de pescado y una naranja. Han sido dos horas de camino.

Todos los grupos han llegado sin problemas. Cansados, cierto, y con mucho sueño. Hemos preparado “un colchón gigante” (capacidad para 125 personas), abierto los sacos y nos hemos quedado fritos en un instante. Dormimos al raso. Pero hace una noche preciosa, un viento suave que va a impedir que los mosquitos se den un festín con nosotros y una luna creciente que ilumina el lago donde mañana nos bañaremos y cuyo reflejo nos dibuja un signo de exclamación (¡). ¡Mejor no podíamos estar!

Mañana más y mejor. ¡Buenas noches!

Supongo que miraríais al cielo a las 00:00 ¿no?

Un beso para todos.