No quisiera daros envidia pero nuestro despertar hoy ha sido de cuento.
Una leve bruma cubría nuestro lago de Cional, el sol se dejaba ver por el horizonte y nos rozaba la cara nada más abrir los ojos…Y todo para nosotros, la playa, el bosque de robles, la pradera... Lo mejor de todo, sin ninguna duda, es que estamos todos juntos. Qué bien que nos llovió el día de antes.¡¡No hay mal que por bien no venga!!
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Desayunamos frente al lago y después de recoger empezamos nuestro “día de relax”.
PEQUEÑOS y MEDIANOS comenzaron con una gymkhana de relevos para despertar al cuerpo y entrar en calor.
Después los grupos se separaron. Los PEQUES a jugar al unihock y a badminton. Luego, ¡¡al agua patos!! No lo pude ver en directo pero me lo creo, éstos fenómenos se cruzaron el lago nadando. Hay fotos para dejar constancia de ello. Disfrutadlo. Antes de comer, concurso de castillos de arena, aunque lo cierto es que acabaron rebozándose en la arena y haciendo “carrera de croquetas”.
Los MEDIANOS por su parte, han tenido juegos pre-deportivos y también han querido igualar el reto de los peques. ¡No les ha costado nada!
El grupo de los MAYORES jugaron al pañuelo cooperativo y también se dieron un baño antes de comer, y creo, que dentro del agua, hicieron algún juego en el que el que perdía se quitaba una prenda porque hubo un momento que muchos tenían el bañador en la mano y lo movían en el aire con un “¡oe oe oe oe!”. Son los mayores.
A las dos, todos a comer. Y después, aprovechando la buena sombra de los árboles, heladito, descanso y siesta, el que quiso. Todos los grupos tenían actividades programadas para la tarde, pero los chicos pidieron tarde libre de baño. Y accedimos. ¡Cómo para negarse a 104!
A las seis y media, y con mucha pena, después de dejarlo todo perfectamente limpio (y he de decir, que no hubo que pedirlo más que una vez) de vuelta al campamento. No. En autobús no, de nuevo andando. Y todos los grupos, al cabo de dos horas, cuarto de hora arriba o abajo, entraban triunfales por las puertas del campamento deseando de darse una ducha.
Cenamos de maravilla y tras lavarse los dientes, algunos se nos dormían de pie. Dieron las buenas noches a los monitores, hicieron sus asambleas de grupo para analizar el día, (los peques no perdonaron su “dedómetro”) y, por primera vez, ni siquiera hubo que “pelear” con los mayores para que se hiciera el silencio a las 00:00.
Que descanséis vosotros también.
Un abrazo.
P.D. Un secreto, aquí entre nosotros: mañana no tenemos descanso. Salimos a las 7:30 para el Parque Natural del Lago de Sanabria. Me pregunto si muchos repetirán al año que viene si seguimos a este ritmo. ¿Qué pensáis?
Hasta mañana.
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